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Hoy quiero mostraros la historia de los que fueron unos jóvenes con mucha iniciativa. Algunas de las marcas más conocidas de todo el mundo nacieron hace décadas de proyectos pequeños, humildes, idealistas. Sus creadores querían marcar una diferencia. Claro que buscaban ganar dinero con ellos, pero sobre todo apostaron por productos que fueran apreciados como algo bueno y positivo. Con el paso del tiempo pasaron a convertirse en multinacionales que todos conocemos pero que ya no asociamos a esos comienzos humildes. Os dejo aquí algunas de ellas, junto con las historias de sus creadores.
¿Os suenan marcas como Quiksilver o Ben & Jerry’s? Bueno, pues estas dos marcas de éxito mundial nacieron de la mano de jóvenes que a penas contaban de recursos, pero que sí tenían muchas ganas.
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Quiksilver
Logo de la marca
La historia de Quiksilver es la historia de una industria que nació de la pasión por vivir libres y sin complicaciones; la pasión de disfrutar del mar y el entusiasmo por alcanzar éxitos en sus propios términos. Es una historia que inspira a todo aquel que alguna vez quiso seguir un sueño en vez de seguir la rutina.
Esta empresa nació en los años 60 en las playas de Torquay, un pueblo en la costa de Australia. Dos chicos del pueblo, Alan Green y John Law, convirtieron el garaje de su casa en un taller de producción de prendas pensadas para poder surfear mejor las olas. Fue gracias a un préstamos de 2.500 dólares, que les concedió el padre de Alan, como consiguieron crear el taller. Trataban de mejorar la ropa propia de este deporte marítimo, haciéndola más cómoda y segura. Introdujeron los cierres de velcro y los trajes de secado rápido, algo muy innovador para la época.
Alan Green y John Law
En 1976 Jeff Hakman, uno de los mejores surfistas de la época que se encontraba en Torquay para participar en una competición, creyó ver en estos trajes el futuro del surf. Jeff les propuso un acuerdo para distribuir sus productos en Estados Unidos. De ahí dieron el salto a Europa y posteriormente a Japón.
En 1991 se fundaría Roxy, la versión femenina de Quiksilver y que correspondía también al nombre de una hija de uno de los fundadores. Poco a poco Quiksilver fue diseñando y elaborando materiales de snowboard y ropa comercial orientada a los fans del surf y el skate. La compañía australiana se hizo con una serie de eventos del campeonato mundial de surf, logrando así más fama mundial.
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Ben & Jerry’s
Ben Cohen y Jerry Greenfield
En el año 1978 dos amigos, Ben Cohen y Jerry Greenfield, decidieron hacer un curso por correspondencia sobre fabricación de helados que impartía la Universidad de Pensilvania. Tenían cerca de los treinta años cuando decidieron hacer el curso y montar una pequeña heladería. Tan solo les fue necesario cinco dólares, precio que costaba la matrícula, y una vieja gasolinera reformada en un pueblo pequeñito llamado Burlington, para comenzar con lo que hoy en día es una de las multinacionales más poderosas del mundo.
Un año después de comenzar su negocio, para celebrar su primer aniversario, iniciaron la que sería una de sus señas de identidad: organizaron un Free Cone Day. Esto era un día en el que invitaban a helados a todo el que pasara por la tienda. Hoy en día esto se sigue celebrando en muchas de sus tiendas.
«Las empresas tienen la responsabilidad de devolver a la comunidad.» – Ben Cohen
Otra de sus señas de identidad ha sido su aspecto filantrópico. Desde sus comienzos Ben & Jerry’s recauda fondos para distintas ONG, participa en proyectos locales, se preocupa por el impacto medioambiental que puedan producir sus envases y defiende las causas políticas que considera justas. Como creían que se debían aprobar los matrimonios homosexuales en su estado decidieron lanzar una edición especial del envase de sus helados, decorándolos con arco iris.
En el año 2000 se convirtieron en filiales de Unilever, pero acordaron una serie de condiciones como la realización de una donación anual, que depende de las ventas logradas cada año, a la Fundación Ben & Jerry’s.
¿Qué os han parecido estas dos, cuanto menos curiosas, historias? A mi, personalmente, me sorprendió mucho encontrarme con inicios tan poco comunes en empresas que han logrado ser multinacionales. Con esto quiero haceros ver que lo importante para triunfar es una buena idea y sobre todo, muchas ganas de llevarla a cabo. En ocasiones no nos atrevemos a emprender con algo porque no nos vemos con los recursos suficientes, y por esto pensamos que nunca podremos realizar nuestro proyecto. Aquí tenemos dos muestras de que no es tan importante la financiación y los recursos como las ganas y la ilusión de emprender con algo.
Os animo a inventar, a crear vuestros propios recursos y a lanzaros a la aventura de llevar a cabo vuestras iniciativas.
Sara Merino
Jóvenes con grandes ideas 